sábado, 7 de noviembre de 2020

19 DE MAYO de 2016 Cae implacable la madrugada sobre aquella habitación 730 de la séptima planta, cuando el frio agazapado de la muerte inunda la estancia. Sin noción de estar viva, me arrancaron de tu lado, si, ya te habías ido, si, en un instante como una estrella fugaz pasa ante mis ojos, sin un adiós, sin una palabra de aliento para poder seguir viviendo en este horrible destierro que habita y embarga mi alma, ese que tantas veces se esconde tras la máscara para poder seguir fingiendo que estoy bien y no me pasa nada. Pasan los días uno tras otro en soledad. No escucho el teléfono, ni el canto de los pájaros en el magnolio que hay cerca de casa, ni tu llave en la cerradura… me embarga la nostalgia, mientras voy amasando los bellos recuerdos que se agolpan dentro de mi alma vacía por tu ausencia.