Esperarte fue el mayor error de mi vida, te habías marchado sin decir adiós. Sin ni siquiera despedirte. Espero que alguna vez vuelvas para no marchar jamás.
Esas cosas pequeñas que tanto añoro, sentir la brisa en mi piel, oír jugar a los niños en el parque, encontrar tu mirada con la mía, el calor de tus besos en la madrugada. Cosas pequeñas que se hacen grande cuando ya no puedes disfrutar de ellas.